El jueves pasado vi por Facebook una publicación de la APIM sobre una marca de coches que lanzó un concurso cuyo premio era ilustrar gratis un mural en directo en un concesionario. Rápidamente se extendió como la pólvora y se empezó a compartir por todas partes, y en menos de 24h la empresa rectificó y estableció 2000€ de premio, seguramente para evitar una mala imagen. Es decir, en un principio el premio era dedicar tu tiempo y tu creatividad a cambio de la difusión que la marca de coches te hiciera. Fenomenal, oye…
Traslademos esto a otro ámbito. Si yo voy, por ejemplo, a cinco restaurantes, y a cada cocinero le digo que me prepare un menú, y que de esos cinco elegiré uno y le haré difusión en redes sociales, probablemente en el mejor de los casos me indiquen amablemente dónde está la puerta. Os parece descabellada una proposición así, ¿verdad?. Pues esto es lo mismo: proponer que los ilustradores hagan su propuesta para el concurso y el premio para el que elijan será que trabaje gratis, que ya si eso suben alguna foto del mural a Facebook, es igual. Dudo mucho que alguien que se dedica profesionalmente a la ilustración se presente.
Los ilustradores estamos ya cansados de este tipo de prácticas abusivas y de que la profesión se tome como un hobby. Ni a mi ni a mis compañeros esa difusión nos paga los malos vicios de querer comer, o pagar el alquiler y los recibos. Si quiero promoción, trabajo para mi misma en proyectos personales y tiro de redes sociales para enseñar en qué ando metida, que hoy más que nunca lo tenemos fácil. Además trabajar en proyectos propios y en ilustraciones alejadas de nuestros encargos alimenticios puede resultar interesante a nivel de experimentación, y nunca sabes si con ese trabajo más personal estás plantando la semilla de un proyecto para un libro, una exposición… Y eso sí que será beneficioso de verdad para ti.
Así que querámonos un poco, valoremos nuestro trabajo y cobremos por él lo que consideremos justo. Y por supuesto, no trabajemos gratis para empresas que sólo buscan obtener beneficio y publicidad ninguneando la profesión. Y ya para acabar y a raíz del tema, os comparto este hilo en Twitter de Esther Gili que es ORO, y este Decálogo de por qué NO trabajar gratis de Io Bru de Ilustrando dudas.
Que tengáis un buen domingo y una buena entrada de semana.
4 comentarios
Qué rabia y qué impotencia que aún haya gente que siga considerando a los ilustradores y artistas en general como personas a quienes «pedir un favor» porque «sólo es un dibujito «. No tienen en cuenta que es una profesión como otra cualquiera que requiere mucho esfuerzo y dedicación; ¡y una forma de ganarse el sustento, leñe! >.<
En el mundo en el que yo me muevo, la abogacía, pasa algo similar (aunque no es ni de lejos tan descarado como con la ilustración); y es que, desde que estoy de prácticas, me he dado cuenta de que el cliente sólo ve en el trabajo del abogado "un juicio que ha durado quince minutos", ignorando todo el trabajo que hay detrás y tachando todas las minutas de "caras" porque "no es para tanto". El problema general, tanto en la ilustración como aquí, creo que es que el destinatario ve sólo el resultado final e infravalora todo el esfuerzo anterior ):
Espero que poco a poco la gente vaya tomando conciencia de la realidad y las empresas dejen de aprovecharse de los ilustradores de esa manera. Al final lo único que conseguirán será que toda esa parafernalia para conseguir que un ilustrador trabaje gratis se vuelva en su contra y se les desenmascare como lo que realmente son; empresas que sólo piensan en ganar beneficios a costa de pérdidas ajenas ):
¡Besotes!
Ya, parece que la gente no se dé cuenta de que detrás del resultado que se ve hay HORAS de trabajo detrás, y detrás de esas horas hay AÑOS de formación para que tu y yo, cada una en nuestro campo, le podamos atender y resolver su necesidad.
El problema que veo con la ilustración es que, aunque uno rechace un trabajo porque el precio es de risa, siempre habrá alguien detrás que lo aceptará, bien porque está empezando, porque le vendan la moto de «te vamos a promocionar» (que en ambos casos eso lo puede hacer uno mismo sin necesidad de malvenderse) ,porque lo necesite… Lo que creo que falla es que desde las escuelas no se enseñe a ser profesional, a dar valor al trabajo que se realiza, a saber tratar con Hacienda y hacer facturas… Ya hay profesores que sí tratan de hablar de estos temas, pero son la minoría.
Y bueno, ya ni hablemos sobre cómo se tratan las profesiones artísticas, que parece que si lo haces porque te gusta y lo disfrutas ya con eso estás pagado. En fin, ya paro que me vengo arriba otra vez y no quiero empezar el día con mala leche 🙂
¡Un besote!
Tenéis toda la razón. Es verdaderamente lamentable. A mi personalmente me parece una falta de respeto. Pasa en muchas profesiones, hay personas que menosprecian un trabajo con la frase «es que vives muy bien», o como tu bien dices: «es solo un dibujito». Pues muy bien, si es solo un dibujito y se vive muy bien… hazlo tu.
Supongo que la unica forma de «solventar» ésto sería plantarse y que nadie hiciera esos trabajos gratis, ni tan siquiera por visualización al empezar. No sé… creo que la sociedad está intoxicada y la expresión trabajar connota desagrado, asqueo, odiar los lunes porque hay que trabajar… y cuando uno se sale de esa norma, es decir, disfruta del trabajo, libra los dias que los demás no libre (aunque trabaje los que libran todos), etc… entonces no merece lo que gana.
En fin… si empiezo a hablar de las intoxicaciones de la sociedad hago el nuevo Quijote. Ya me callo. jajaja
Un abrazo y me alegra haberte «descubierto».
Vanessa
Puffff, eso es un tema para tratar más allá del comentario en un blog. Pero sí, es verdad que parece que para trabajar tengas que vivir amargado porque llega el lunes y deseando que llegue el viernes para fundirte el sueldo en cenas y ocio y compensar la frustración que te produce el resto de la semana. Como te salgas de eso ya parece que eso no sea un trabajo y no se valore igual. En fin, que voy a escribir otro Quijote como continúe, jejeje!