Hace un par de meses participé en una exposición colectiva en homenaje a Roald Dahl, en El Armadillo Ilustrado. La gente que me sigue por Facebook e Instagram ya lo habrá visto pero por aquí aún no lo había subido, y estoy aprovechando estos días en la playa para actualizar el blog y preparar portfolios de cara a septiembre (¿quién dijo vacaciones?). Para la exposición, elegí el cuento de Caperucita en Cuentos en verso para niños pervesos, uno de mis libros favoritos de cuando era pequeña. Adoraba ese libro porque eran cuentos totalmente diferentes a las versiones edulcoradas que ya conocía, y me gustaba especialmente el de Caperucita porque era ella solita la que resolvía la situación con el lobo sin necesidad de ningún leñador/cazador/hombre que fuera a rescatarla.Y además, volvía a aparecer en el cuento de Los tres cerditos, pero para saber lo que pasa es mejor que leáis vosotros el libro. Desde aquella lectura soy la fan nº1 de esta Caperucita.