Una de las ventajas de haberme criado al lado de la playa es que en verano puedo trasladar la oficina y pasar un mes tan ricamente, que aunque tenga que trabajar igualmente se lleva mejor si puedo escaparme a tomar el sol y darme un baño. Además, cada vez que voy a casa de mis padres es como desenterrar un tesoro: empiezas a abrir armarios y cajones y a encontrar cosas que ni recordabas que tenías. Esta vez di con un montón de conchas y caracolas que había guardadas en una lata y me dio por fotografiarlas para combinarlas con dibujo. A lo largo de estas vacaciones me ha dado por pensar qué hacer con ellas y el resultado ha sido un resumen de lo que han sido estos días de descanso veraniego. También encontré canicas, que fueron la alegría de mi gata hasta que las coló todas debajo del sofá y muebles.
2 comentarios
Me encantan todos, pero el último me puede… *-*
Muy fan de Tiza con las canicas xDDD Un besico!
Yo no soy tan fan de su afición a las canicas, tenía algunas muy chulas de cuando era pequeña que ahora están debajo del mueble de la tele, jajaja!
Besicos!