Yo no sé vosotros, pero en mi caso el año no empieza en enero, empieza en septiembre con la llegada del cole. Después del verano, en el que suelo estar más tranquila o me tomo las cosas con otro ritmo, vuelvo otra vez la rutina, los emails, la planificación, los envíos de portfolio…
Y como es un comienzo de etapa, suelo echar la vista atrás al año anterior y pensar en lo que tengo que mejorar o cambiar y trato de convertirlo en propósitos. Que lo consiga o no, ya es otro cantar. Así que os voy a dejar mis cinco propósitos que me he marcado:
Índice
1 – Celebrar los logros
Hace unos años, cuando trabajaba más para libro de texto, ni siquiera me veía haciendo otro tipo de trabajos que no fueran en esa línea. No hacía por entonces un tipo de ilustración que encajara en álbum ilustrado y literatura infantil, y eso que era una de mis metas a conseguir. Y ojo, me gustaba y me gusta hacer libro de texto, pero por aquel entonces deseaba hacer también trabajos para literatura infantil.
Este pasado año he ilustrado mi primer Barco de Vapor, se ha publicado Mamá, este cuento es para ti, he trabajado en otro libro para Cruïlla que está por publicar aún, y el mes que viene saldrá Rapunzel con Piojos escrito por El Hematocrítico. Además estoy trabajando en más libros que saldrán el año que viene y creo que he alcanzado con creces esa meta. ¿Y qué he hecho?, pues nada. Seguir trabajando en otros proyectos que me han surgido. He pospuesto la celebración de algo que se supone importante porque tenía más trabajo pendiente.
No he celebrado con mi pareja, amigos o familia, y este verano pensé en ello. No es que vaya a hacer nada especial ni tirar la casa por la ventana, pero de ahora en adelante, por cada pequeña meta que alcance trataré de buscar un hueco para, aunque sea, salir a tomar un vino con ellos y brindar, o hacer alguna excursión al monte.
2 – No trabajar los fines de semana
Esto se ha convertido en algo a lo que le tengo que poner remedio YA. Me parece fundamental para poder desconectar que, al menos, me organice para tener como mínimo los sábados por la tarde y los domingos libres. Este último año me ha tocado trabajar bastantes fines de semana y no quiero que se convierta en algo tan habitual. Está claro que cuando tenga una entrega inminente o picos de trabajo (que de aquí a final de año los tendré) me va a tocar trabajar, pero voy a tratar de que sean los menos posibles.
3 – Ir a la Albufera cada mes
Eso lo llevo diciendo desde que me mudé a Valencia y no hay manera de cumplirlo. La idea es organizarme de modo que, una mañana entre semana al mes, pueda ir con los prismáticos a cuestas a ver cómo cambia el paisaje, ver las especies de aves que hay según las estaciones… Lo veo complicado, pero esta vez voy a intentarlo.
4 – Planear alguna exposición
En este nuevo curso me apetece trabajar en otra exposición individual. No tengo decidido el espacio ni el lugar pero sí tengo en mente varias ideas sobre las que trabajar. Ahora sólo queda concretar, sacar tiempo, y hacer una propuesta. Como en el anterior propósito, lo veo complicado porque de aquí a diciembre tengo bastante trabajo, pero como esto es un proyecto a largo plazo no me voy a agobiar, ya irá saliendo.
5 – Aprender cerámica
Llevo años queriendo apuntarme a un curso de cerámica y ahora que me ha surgido la oportunidad me he matriculado. Siempre me ha llamado la atención la idea de hacer tus piezas y pintarlas, darles forma… En unos días comenzaré, así que ya enseñaré lo que vaya haciendo por aquí y por Instagram. Tengo muchas expectativas con esto.
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Y estos serían los cinco propósitos que me he marcado de aquí a junio del año que viene. No son tanto propósitos laborales como personales, aunque a veces es difícil separar una cosa de la otra. Sí que tengo algunos propósitos más concretos en lo laboral pero no quiero ser gafe y que no se cumpla nada si los digo. ¡Espero poder cumplirlos más o menos!.
